Entrenamiento para dormir al bebé: problemas de sueño y alteraciones en la rutina

El hecho de haber logrado nuevos objetivos de desarrollo, como pararse o caminar, hace que el patrón de sueño de tu bebé, el cual alguna vez fue predecible, cambie y sea menos confiable. Las siestas en las mañanas y en las tardes se han vuelto menos regulares, y el bebé probablemente se despierte con más frecuencia por la noche. Posiblemente, pase más tiempo en su cuna moviéndose que durmiendo, y eso está bien. Eventualmente, una vez que la emoción por caminar se haya desvanecido, tu hijo regresará a un estado más organizado. Hasta ese momento, continúa dejándolo en la cuna a la hora de la siesta, pero no te preocupes si no duerme.

Se debe tener en cuenta que un recién nacido duerme aproximadamente 18-21 horas en el día y dado esto se tiene variabilidad en sus patrones del sueño. Hay investigaciones que demuestran que el sueño de los bebés permite fortalecer sus conocimientos sobre el nuevo mundo que los rodea. Las investigaciones y otros estudios demuestran que tener rutinas consistentes a la hora de dormir aumentan la duración del sueño y se da una reducción en las noches a que los bebés se despierten.

Sueño nocturno

La interrupción del sueño es aún más probable en la noche. Puedes ayudar a que tu bebé se duerma nuevamente al reaccionar con calma y con firmeza, y continuando con todos los rituales familiares. Permítele aproximadamente 10 minutos para que regrese a dormir. Luego, puedes ir y darle palmaditas suaves para garantizarle que estás allí, y después retirarte.

Los recién nacidos duermen hasta 18-21 horas al día y hay mucha variabilidad en los patrones de sueño de los bebés. La investigación nos ha demostrado que el sueño permite a los bebés consolidar lo que han aprendido sobre el nuevo mundo en el que se encuentran. Nuestras investigaciones y las de otros estudiosos han demostrado que las rutinas consistentes a la hora de dormir pueden aumentar la duración del sueño y reducir el número de veces que los bebés se despiertan por la noche.

Dra. Louisa Gossé, (Centro para el Desarrollo Cerebral y Cognitivo, Universidad Birbeck de Londres)

La hora de comer

Los patrones de comer pueden interrumpirse. Hay posibilidades de que tu hijo no coma casi nada durante una comida, y más que tú en la siguiente. Él mismo logrará el equilibrio siempre y cuando no hagas de eso un gran problema. Entre las comidas, ofrécele refrigerios con alto contenido energético, como pan con queso crema.

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Fuentes