Cómo enseñarle a tu bebé a amar la lectura

El camino hacia la lectura comienza en la infancia, cuando los niños adquieren el amor por las palabras, les encanta que les cuentes cuentos, y los maravilla compartir sus experiencias de vida con sus seres queridos mediante el uso de palabras. Los miembros de la familia pueden nutrir la alegría por la lectura a través de actividades que construyen estas habilidades e intereses.

Estos son algunos consejos para hacer que la lectura sea una parte importante de la vida de tu hijo:

  • Habla con tu bebé. Utiliza tu rostro y tu voz para contarle todo sobre el mundo y sobre él. Escoge un momento en el que esté quieto y alerta, y comienza a hablarle. Tu bebé conoce tu voz y el ritmo de tu voz ya que la escuchó antes de nacer. Ahora, ayúdalo a conectar estos sonidos con sus interacciones con el mundo.

  • Repite en eco lo que el bebé dice. Repite los sonidos tan pequeños y deliciosos que hace. Está aprendiendo que los sonidos hacen que el mundo reaccione, que sus palabras tienen fuerza.

  • Conviértete en comentarista de noticias. Cuéntale tu día a tu bebé, lo que estás haciendo, e incluso lo que estás leyendo frente a él. Estás haciendo conexiones entre palabras y eventos. Le estás ayudando a aprender sobre los elementos de la historia.

  • Nombra los objetos. Cuando interactúas con tu bebé, debes decir su nombre, nombrar las partes de su cuerpo, su ropa y sus juguetes. Aunque estas conexiones tomarán de semanas a meses, estás construyendo los aspectos básicos del lenguaje y la alfabetización.

  • Observen los libros de imágenes juntos. Comienza cuando tu bebé tenga 6 meses. Muéstrale libros con cosas interesantes y divertidas. Acepta el corto período de atención de tu hijo. Cada interacción, por corta que sea, fomenta el amor por los libros.

  • Mira, señala, y luego pronuncia el nombre. Los niños pequeños comienzan sus vidas de alfabetización al aprender a cambiar de páginas, y luego al observar las imágenes en general. Luego, al observar las imágenes al mismo tiempo que alguien las nombra, al señalar las imágenes que se mencionan, y finalmente al nombrar las imágenes en sí.

  • Empaca un libro. Coloca un libro de cuentos o dos en el bolso y en el auto para el niño mayor. Es un buen hábito completar los espacios de ocio del niño con libros y siempre dejarlos a su alcance para que los considere una parte más de su vida.

  • Aprende rimas y canciones. Los niños experimentan con los sonidos del lenguaje con rimas, lo cual les produce interés en las palabras y los sonidos. Las rimas con gestos los ayudan a relacionar acciones con palabras. La poesía para los niños también los hace reconocer y amar el lenguaje.

  • Regala libros. Regala a tus hijos un libro para cada ocasión, y luego léanlo juntos. Mantén una biblioteca en tu hogar en un lugar especial pero accesible.

  • Contar historias a la hora de acostarse. Haz que las historias, tanto las que lees en voz alta como las que tú le inventas, sean parte del ritual a la hora de acostarse a partir de la infancia. Nunca le prohíbas las historias a la hora de ir acostarse como forma de castigo; debe ser algo sagrado.

Intenta que no pase un día sin leer un libro. Haz que los libros sean parte de la vida diaria de tu hijo. No permitas que el día termine sin leer un libro, un poema o una historia.